Mirada profunda,
frente arrugada,
cuerpo fibroso,
y gesto de raza.
Solo en el mundo ,
y sin allegados
son sus recuerdos,
de su vida mentor.
Luce con orgullo,
talante de hombre,
que no teme nada,
ese es, su nombre.
En años de Tercio
su Cristo al paso,
a hombros portó,
y su alma marcó
El Jueves Santo,
viste con sus galas,
y pecho cubierto,
con sus medallas.
En Santo Domingo,
con Cristo avanza,
firme en su paso,
ya su himno canta.
La emoción su alma,
al poco alcanza,
légrimas le surcan,
su curtida cara.
Málaga entera,
toda le acompaña,
con gesto sentido,
penitente alma.
De la Buena Muerte,
Cristo de Legión,
tu ejemplo es faro,
del Tercio en acción
Herodoto