VILLANCICO

La entrega es remedio,

porque, Caridad es amor.

Adviento es espera,

la Navidad nacimiento,

año nuevo comienzo,

Reyes es Epifanía,

tiempo de buena nueva,

que te invitan al candor,

porque, Caridad es amor.

Anduvo largo camino,

el pastor llano, humilde,

con poco zurrón de pobre,

y que nunca vaciló,

darlo al niño Dios

al igual que el labrador

porque, Caridad es amor.

Si tu corazón entregas,

con calor a tu hermano,

alcanzarás un racimo,

de fruta muy madura,

de paladar muy sabrosa

que te dará paz interior.

porque, Caridad es amor.

Rompe la triste rutina,

abre tu duro corazón,

que altera tu razón,

y encallece tu alma.

A tu opuesto perdona,

Insiste con mucho ardor,

porque, Caridad es amor

Herodoto

ANHELOS DEL ALMA

Mil escollos afronta

el alma, al recorrer su camino.

El viento azota,

su ansiado destino,

con dardos de disfrazado engaño.

El corto crepúsculo,

preludio de la noche oscura,

anega el sentido,

y llena de angustia,

la inflamada y terca búsqueda.

Principiante eterno,

que mil vueltas da en la falsa senda,

sin alcanzar camino,

al ansiado puerto,

de acceso a la noche oscura,

Largo purgatorio,

asume el alma incendiada,

de amor verdadero,

dificultosa búsqueda,

que al aprovechante se otorga.

Con el saber secreto,

se permite  acceso a escala,

de peldaño seguro,

en  camino oscuro,

preludio final de  luz infinita.

Herodoto

LA PRIMAVERA

         

     
 Del letargo invernal,
despierta la vida al calor tibio,
el buen sol primaveral,
y el suave viento,

esparce el perfume exhalado

Para crear la vida,
la naturaleza extiende su manto,
de amor y  bonanza.
El polen esparcido,
la flor acepta en su regazo.

Aves alzan su canto,
sinfonía colorista y armónica,
sonido que embruja,
en el blanco calvero,
tal odeón natural aceptado.

Viste de hermosura,
la bella joven dentro del arroyo,
sus piernas descalzas,
acarician al fresco 
cauce, por los rayos iluminado.

Alegre temporada,
la primavera lo invade todo.
La roja amapola,
festonea el campo,
tal festín de esperas alcanzado.

Herodoto

EL BALCÓN

No pretendo de ti nada,

solo quiero una mirada.

Balcón dando al saliente, 

contraste de barandilla,

con la blanca fachada,

y puerta entornada.

No pretendo de ti nada,

solo quiero una mirada

El contemplar tu figura,

altiva y subyugadora,

entre visillos velada,

es mi pasión deseada.

No pretendo de ti nada,

solo quiero una mirada

 En mi mente ofuscada,

 sueño con tu salida,

niña altiva, esquiva,

me das vida apenada.

No pretendo de ti nada,

solo quiero una mirada

                              Herodoto  

MUDANZAS DEL ALMA

Destino ven al camino,

a que esperas, ya tardas,

quema el vano empeño

y orienta  a mi alma.

El otero es la calma,

que el viento azota,

con la dura tramontana,

irrumpiendo con mudanza.

Vil espurio deseo,

interrumpe en el valle,

y enturbia al instante,

al venero liviano.

¡Oh cristalina fuente!,

si enfangan tu semblante,

el viento y la tierra,

secan y filtran tu alma

                         Herodoto