Una multitud de senos turgentes
miran en el ocaso al cielo,
los pardos montes sembrados de vides
completados de bellos almendros en flor
Violencia de flores rojas y blancas
inundan el naciente cielo rojizo,
un tibio Sol el ambiente caldea,
anuncio final del crudo invierno.
Las abejas polinizan las flores,
fertilizando los futuros frutos,
para que en el otoño maduren.
Único el paisaje axárquico,
de la primavera el preludio,
concedido por Dios, como regalo.
Herodoto
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